Estás medio adormilado camino del sagrado trabajo, arrebujado en el hombro del señor este que tan amablemente se ha puesto a tu lado y devorando el nuevo libro (literalmente a bocados porque esta mañana no desayuné en casa), cuando te ves sacudido por una perturbación en la fuerza, estoooo por un frenazo imprevisto del tren y ale tooodos contra todos a darse empujoncitos cariñosos, aunque siempre hay algún espabilado que va agarrado a las barras y hace dejadez de su obligación. En esos momentos sientes que formas parte de un todo, de una gran familia, de un manojo de brazos, piernas y cabezas... mmm....que momento...
Se abren las puertas y vengaaa eres amablemente empujado hacia el andén por esos viajeros ansiosos de recorrer los túneles con cara de calamar dopado, da igual que chilles, protestes y patalees, da igual que te escondas detrás de la barra, ellos te miran con ternura y comprensión y en lugar de rodearte simplemente intentan pasar a través de ti, pero mira tú que coincidencia, esta mañana me he dejado el traje de superpoderes en casa y en lugar de atravesarte te llevan con ellos, pero que majos... ala, a esperar el siguiente tren mientras te vas desincrustando de la pared del andén... otra vez que llego tarde al currele...
6 comentarios:
sí, claro, llegas tarde al curro porque una marea humana te arrastó fuera del vagón....veeeengaaaaa!!!!! no me lo creo, chaval.
Y el aspecto amoroso? ya veo que habrá secuela de este maravilloso post, pero tendrá que ser muy bueno para conseguir contar una historia de amor, y no las tengo todas conmigo.....
no tiene nada que ver en lo de llegar tarde que se haya dormido ni nada por el estilo....lo de la historia de amor debe ser que ha conocido a otra arrastrada por la marabunta que también estaba incrustada en la pared del anden y entre unas cosas y otras surgió el amor...y esa es la verdadera causa de que haya llegado tarde.
Dios hay que ver la imaginación que puedo llegar a tener, como se me va la olla.
Sin hablar de las barras americanas que hay en todo Metro...
marus de poca fe...
Las barras americanas son lo más.
Mari, el aspecto amoroso es porque yo, cada vez que le leo estoy más enamorada. Tanto que hasta me dan ganas de invitarle a un metrobus de esos inexistentes para darnos vueltas juntos por todas las líneas de metro.
Ana, podéis ir a conocer juntos la línea nueva...sería lo más parecido a una "primera vez".
Por otro lado, yo le llevo tirando los trastos a chisme y aún no ha sucumbido....algo me dice que para nosotras, es un amor imposible...
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