jueves, 9 de septiembre de 2010

Hay dias...

Hay dias en los que hubiera sido mejor quedarse metido en la cama sin asomar la nariz al mundo...

Lo típico: suena el despertador, te das una ducha, te vistes, desayunas, te lavas los dientes antes de salir de casa y por fin, en mejores o peores condiciones físicas y psíquicas, te vas a la calle en dirección al trabajo.

Hasta aquí parece que todo es normal, el problema viene cuando estando rodeado de gente percibes que los que están más cerca te miran de una forma rara... extraña..., en mi estado comatoso lo achaco a la situación socio-cultural y económica que últimamente sufrimos...

Llego a la oficina... el efecto es el mismo, la gente me mira con los ojos extraviados...

No lo entiendo. Un vistazo rápido a mi mismo no revela nada interesante:
 - zapatos... sí (los dos del mismo modelo)
 - calcetines... sí (y además son los dos iguales en forma y color)
 - pantalones, sí  (y además me llegan hasta los zapatos)
 - camisa... sí
 - reloj... sí
Pues nada, sigo a lo mío.

Y la puntilla ha llegado cuando he ido a tomar el café mañanero... va el jefe y me dice... ánda, mira Chisme, que parece que ha tenido un 'disparo sin fuerza'...   y es que tenía dos manchurrones blancos en un pliegue del pantalón muy cerquita de la costura de la bragueta...  ¡ mierda !...

en el baño, al cual he ido corriendo a escape he confirmado que eran de pasta de dientes... lo que ya no sé es cómo porras de la boca han saltado al pantalón... ¿habré tenido un encuentro en el metro y no me he enterado? ¿seré contorsionista y no me he dado cuenta?, ¿seré tan patoso que cuando me cepillo los dientes salpico tanto?, ¿estaré dormido y creo que estoy despierto?... se me ocurren un montón más de preguntas cuyas respuestas no son aptas para menores...

no sé...

1 comentario:

Tati dijo...

estooooooo.....casi mejor no voy a hacer ningun comentario que estamos en horario protegido :P