lunes, 16 de febrero de 2009

Beneficio Secundario

Erase una vez un chaval de 12-14 años que no tenía mucho éxito en las relaciones personales. En el instituto se siente nadie, nadie cuenta con él para jugar al fútbol, nadie se acuerda de él cuando se monta una fiesta, nadie pinta de color su vida gris.

Entonces se da cuenta de que los chicos malotes del insti tienen más éxito y son más conocidos que él. Se da cuenta de que si tiene en la mano un trocito de 'chocolate' los demás chicos le buscarán, le tendrán en cuenta en sus 'pellas', será popular y posiblemente con la fama de duro, venga el éxito con las chicas. ¡Guau!, Que Pasada...

Pues sí, parece el típico comienzo de una vida problemática, el principio de una carrera en la delincuencia, el trapicheo primero con el 'chocolate' que luego salta a las 'pastillas' (no precisamente para la tos) y que con muchas probabilidades y un poco de tiempo dará el salto a sustancias con más categoría.

Este caso es lo que se ve en muchas escuelas e institutos, chicos que se sienten solos e invisibles y que transforman sus vidas en un círculo de fuego. A ese tipo de historias es lo que se conoce como "Beneficio Secundario". En realidad el chaval no tenía ni idea ni ganas de meterse en tales lios lo que pasa es que el Beneficio secundario de ser el que trapichea en el insti es sentirse querido o necesitado o buscado... ¿comprendes?

En la sociedad que hemos montado, prima la ausencia de valores como la amistad, la ausencia del respeto a la persona, el aislamiento, unos padres tan ocupados que no tienen tiempo para sus hijos después del trabajo, las mil y una actividades extraescolares que los dejan agotados para disfrutar de la vida, la ausencia del juego en la calle, la ausencia del respeto a la vida, el yo antes que cualquier cosa... creo que todo eso está ayudando a que los chicos que se sienten solos y grises y sean empujados a tomar decisiones que 'parecen' la solución, pero que no son más que la punta del problema.

Ahora ya sabes lo que está pasando. Quizás en tu insti, en tu barrio, o en tu curro hay un compañero que se sienta a tu lado y que tiene una vida gris y está a un pelo de entrar en ese círculo de fuego... Quizás solo se cuestión de acercarse y charlar, de ver que las personas existen y son importantes, de relacionarse, mirar de frente y a la cara ...

Hay que ver el problema en toda su dimensión y si tienes el poder, la responsabilidad o la facilidad de hacer cosas, hazlas y no escatimes medios ni esfuerzos porque hay una generación completa en peligro de extinción.

1 comentario:

Unknown dijo...

César,
qué razón tienes!
Gracias por ser tan buena gente!
Un besote!