viernes, 11 de noviembre de 2011

Sentarse en el Metro

Esta mañana estoy traumatizado... me he sentado encima de un señor en el metro... mira que no suelo usar los asientos porque es sentarme y entrar en coma, pero hay algunos días que es físicamente necesario...

Había visto volar bolsos, alguna chaqueta, entrar en tromba a un grupo de personas, que vale, que cuando ves que algo borroso pasa por tu lado y que literalmente se empotra en un asiento y que además te mira con cierto aire de inspector de hacienda ya te das cuenta de que poner el culo allí donde tenías intención es misión imposible.

Pero es que lo de esta mañana... ejem... que estaba yo en plena operación de descenso cular hacia el asiento cuando en lugar de sentir el frío tacto del plástico en mis posaderas, siento algo blandito (menos mal)  y no tan fresquito... ¡coño!... no se me han salido los ojos de la cara porque aún quedaban algunas legañas pegadas si no creo que tengo que ir a recogerlos al andén... ¡pero si hace dos segundos ahí no había nada más que aire!... el caso es que el señor de marras, en un alarde de agilidad y flexibilidad se lanzó en el último segundo hacia la barra, girando como bailarina americana e incrustándose en el asiento, sin temor a ser aplastado o gaseado en tan primas horas...

Mi pichiquiatra me ha dicho que como esto siga así dimite del puesto, que va a sentir mucho perder el yate y la casa en la playa, pero que ni siquiera froid se enfrentó a semejantes dilemas existenciales... y aquí estoy yo hoy, con una desagradable sensación de blandiblú caliente en el... en el... bueno, ahí.

9 comentarios:

Gorilo dijo...

Tranquilo, Chis, si debemos creer en la estadística, la próxima vez que te ocurra ésto será con una señorita.
Claro que se trataría de sucesos independientes, así que en realidad podría ocurrir perfectamente con otro tío. No sé, tal vez deberías ir en el Metro con modales más amanerados para asegurarte que debajo te tu culo hay un espacio vital que nadie se atreverá a violar.

Ana dijo...

Jajajajajjaja mira el lado bueno, estaba blandito.

Yo en el metro no me siento normalmente porque es sentarme y automáticamente entra una embarazada, una persona muy mayor o un niño pequeño. así que he optado por no sentarme a menos que esté vacío del todo.

¿un abracillo para consolar?

La Maripili dijo...

jajajaja por finnnnn ha vuelto chismeeeeee señoras y señoreeeeesss!!!!

Qué línea coges? se me ocurren un par de cositas.....

Tati dijo...

Estooooo.....que digo yo que esta historia ya te ha pasado otras veces, ¿no?...uy uy uy que me parece que eres tú el que con tu despiste te vas sentando encima de los pobres viajeros desprevenidos, jajajaja

La Maripili dijo...

jijiji como molas tati
palabra de verificación: imenlat
....soy yo o la blogosfera anda con la temperatura subidita??????

La Maripili dijo...

jijiji
"palocki"???!!!!! jajajajaajajajajja

Chisme dijo...

tenéis la mente sucia

Tati dijo...

¿quien nosotras?....que cosas tienes.....

JL dijo...

Como dice Ana, al menos blandito. Imagina que notas otra cosa, jajajaja.