viernes, 26 de junio de 2009

Aún queda Gente Buena

Esta mañana he visto una acción de lo más bonita.

Un compañero estaba en la tesitura de quedarse en el trabajo o marchar. La empresa le ha jodido parte del horario y del sueldo y claro, estaba entre pirarse o quedarse.

Evidentemente la situación económica que sufrimos no da para mucho y menos para quedarse sin trabajo. Entre todos le hemos intentado convencer de que ahora lo que toca es agarrarse como garrapata y esperar tiempos mejores, aunque solo sea por alargar el tiempo de prestación al desempleo. Ese tipo de argumentos no ha surtido efecto.

Pero esta mañana una de las compañeras le ha dado una bolsa con melones (de chicle) por cada frase que suele decir el chaval. Un melón por día para que te lo pienses mejor antes de hacer una tontada o de tomar una decisión precipitada.

Consecuencias:
- Él se queda unos dias más hasta madurar la decisión o los melones.
- La empresa se beneficia porque se queda buen profesional. Aunque no se lo merece.
- Los compañeros disfrutaremos de su presencia un poco más.

Conclusiones:
- aún queda gente buena que se preocupa por los demás.
- en este puñetero mundo los malos se siguen beneficiando de los buenos.
- no hay nada peor que una dirección ciega, tonta y desconfiada.

Preguntas:
- ¿es incompatible el mando con el sentido común?
- ¿que tienen los sitios de poder que agilipollan a la gente?

1 comentario:

Gorilo dijo...

Bonita historia. Genial el detalle de los melones. El día que me pongan encima de mi mesa una bolsa de chicles de esos me echo a llorar.

Respecto a las habilidades que se requieren para ser un jefe, me remito a una frase de Zapatero que apareció en una entrevista en El País en 2004: "Sonsoles, ni te imaginas la de cientos de miles de españoles que podrían ser presidentes del Gobierno".

Pos anda que line manager de desarrollo de aplicaciones de base de datos hipertextuales para sistemas internos... ¡la tira! oiga.