Eso es lo que les pasa a los nacionalistas radicales (los intransigentes, los violentos, los plurilingüistas, aburridos...) que no saben o no quieren jugar (deben ser tontitos) acatando unas reglas muy sencillas y para todos: no hacer trampas, no utilizar la violencia, respetar al compañero y al contrario, divertirse jugando y aprender de los demás.
Pero no, cuando no les eliges para jugar en el equipo porque están haciendo trampas saltándose las reglas con todo el morro del mundo e imponiendo la insensatez como bandera, se enfurruñan y bombazo al canto. Hay que ser gilipollas.
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