Estos días de ilusión y en estas fechas cercana a las Navidades, las buenas gentes que vivís lejos de las familias, las empleáis en viajar con ilusión o con maletas para visitar a esas mamás y sus grandes perolos de comida, a esos papás y sus interminables historias de la mili y con ganas de tomar esos culines de sidra que os esperan acumulados en los barriles de los bares de vuestro pueblo... en fin, que me lío... lo más bonito que se aprecia desde fuera son las largas colas de gente esperando subir al tren, las grandes colas para subir al avión, los atestados autobuses llenos de caras ilusionadas, los codazos para hacerse hueco en los estrechos pasillos, esos momentos intensos para subir las bolsas a los portaequipajes... ¿y esas bolsas grandes, medianas y pequeñas, mochilas y bolsones, maletas y maletones?... todos ellos rellenos como los bollos de chocolate, ains... qué locura.. qué momentos intensos para subir los bultos a los portas, qué cruce de intensas miradas, qué incipientes amistades, qué impaciencia cuando empiezas a reconocer la luces del camino de tu casa.... no debería ser un día distinto a cualquier otro momento en el que vuelves a casa, pero en ninguno de ellos ves un bolsón lleno de bolas de colores (que podrías comprar al lado de casa de tus padres), ni arrastras un jamonaco de 200 kg por medio país... (qué contentos se van a poner tus amigos cuando se lo casquen a tu salud)...
en definitiva, sí... un gran momento que todos esperamos con intensidad...Feliz Navidad a todos y a todas...
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