domingo, 13 de mayo de 2012

Manhattan

Hace unos días tuve la oportunidad de conocer la gran ciudad de Nueva York y en especial su famoso barrio Manhattan. Todos aquellos que visitaron esta ciudad antes que yo me hicieron comentarios como los siguientes: 'uy, pues te va a sonar casi todo', 'te va a parecer que ya has estado allí', 'es enooorme', 'tu tranqui, que aquella gente suele ser de lo más amable del mundo', 'ufff, pues si vas a coger el metro las has cagao, aquello es un lío tremento'... bueno pues ahora ya puedo daros mis propias impresiones.



La gente en general muy amable, si te ven perdido o desorientado tanto en superficie como abajo en el subway, se paran y te preguntan si te pueden ayudar, hacer una foto o indicar la calle o estación que estás buscando. Solo una vez me sentí 'timado' por un vendedor de salchichas callejero... pero eso es otra historia :)

El metro, en las guías dice que está sucio, medio abandonado y es muy complicado. Bueno pues yo creo que todo eso son impresiones anticuadas, hoy en día está bastante limpio, ya no tienen los grafitis que salen en las pelis ni papeles por el suelo y los andenes tampoco están hiperguarros salvo la suciedad típica de estos sitios... además vi bastantes andenes en obras, por lo que entiendo que por lo menos lo están manteniendo. La gracia de este 'metro' es que tiene tres características que lo hacen peculiar, la primera es que las vías están compartidas por varias lineas al mismo tiempo, es decir, la vía roja la forman las líneas 1, 2 y 3 (bueno, eso también pasa en Valencia y en Londres, que yo sepa, pero a un madrileño esto le llama mucho la atención), luego cada una de estas líneas pueden ser 'local' (que para en todas las estaciones) o 'expres' (que solo para en algunas estaciones, y si llevas prisa te cruzas la isla en un periquete), así que si vas un poco despistado o no has leído bien el código del tren, puede ser que veas que la parada donde esperabas bajarte pase de largo dejándote con una cara de huevo frito con puntillitas... (y te hace una gracia...) y la tercera y no menos importante, es que en ocasiones, el conductor te informa en un perfecto inglés del Bronx o de Brooklyn (por supuesto, que te suena a chino mandarín) que tu tren cambia de la roja a la naranja por necesidades del servicio... y cuando se te ocurre abrir los ojos de tu cabezadita de rigor, en lugar de encontrarte en el sur de Manhattan, te encuentras en el quinto pino de queens... y eso también te hace una gracia de coj..., de pelot... de, de... bueno de eso... tu ya me entiendes...


En alguna de las estaciones, ahora no recuerdo cual, tuvimos la oportunidad de ver la exposición de figuras de bronce "Life Undreground" del autor local Tom Otterness.



Más cositas. En Manhattan es muy fácil identificar a los turistas: todo aquel que cuando pasea por sus calles, se pasa la mayor parte del tiempo mirando hacia arriba. Es imposible no abrir la boca ante tanto edificio tan junto y tan grande...de  hecho al volver a Madrid, ésta me ha parecido una urbe amplia y abierta... tenía la sensación de ser un Gulliver en el país de los gigantes, solo que al mirar al suelo veía personas como yo a mi lado y no los enormes pies de los imaginarios gigantes.




Hay un porrón de rascacielos, los nuestros de la Plaza de España no están mal, pero te apuesto lo que quieras que al lado de una de esas moles de ladrillo y cristal se quedan un poquito canijos... y de entre todos los que hay dos destacan por encima de todos, digo destacan porque da igual donde te encuentre o lo lejos que pienses que estés que al doblar una esquina o mirar una calle, a lo lejos los ves, son el Empire Estate y el Crysler Building, que si bien este no es de los más altos, el 'jodio' se hace notar a base de bien...





3 comentarios:

Tati dijo...

Que chulas las fotos....¿ya te has ido y has vuelto? Yo te hacía todavía por allí......

JOSÉ LUIS MORANTE dijo...

Mi más cordial enhorabuena por el viaje. Eres un tipo internacional -alto, ya eras antes- que además hace unas fotos excelentes. Comparto la sensación general que te deja el viaje: la ciudad es un marco urbano lleno de secuencias vivas, la gente civlizada y al hilo de lo que supone el convivir urbano y los rascacielos apenas tiene parangón en otro sitio. Yo también en el regreso pensé que Ávila era un par de edificios de Nueva York en horizontal y con almenas.
Un abrazo, César.

La Maripili dijo...

Que buenas fotos! y que original la figura de bronce.
Tan sólo puedo decir que me das envídia, aunque eso ya deberías saberlo por mis comentarios en otros viajes que nos has contado del mismo pelo que este.
Tan sólo puedo decir:
la próxima vez, LLÉVAME!!!!!