miércoles, 19 de noviembre de 2008

El Lápiz de Sándalo

Acabo de leer el libro titulado "El Guardián de la Flor de Loto", de Andrés Pascual y me ha gustado mucho. Tanto que no he resistido a reproducir la historia que le cuenta el Pintor de Mandalas a Jacobo:

Un hombre que vivía en un país donde no existían árboles de sándalo llevaba tiempo obsesionado por saber cómo olía aquella madera, ya que mucha gente le había contado maravillas acerca de su exóico aroma. Para ello consultó con su maestro, el cual se limitó a regalarle un lápiz. Un poco decepcionado, el hombre usó el lápiz para escribir a sus amigos de otros países pidiéndoles que le mandasen un pedazo de la anhelada madera. Escribió una cara tras otra, pero nunca obtenía contestación. Sin embargo un día, mientras mordisqueaba el lapicero pensando en quién le quedaba por escribir, percibió un dulce perfume. Fue entonces cuando se dió cuenta de que siempre lo había tenido en sus manos. El perfume que le embriagaba surgía del corazón del propio lápiz de sándalo.

Y ahora haz lo que tengas que hacer y en su momento, sabrás como aplicar esta historia.

3 comentarios:

Gorilo dijo...

Bonita historia. No necesita tener moraleja, está bien así. Belleza por la belleza, no todo lo que no es útil es inútil. Lo he releído varias veces y no sirve nada más que para leerla, e imaginarte tú mismo con un lápiz de sándalo, escribiendo a tus amigos pidiéndoles un favor tonto, caprichoso e imposible. Y lo reconfortante que es tener una pequeña decepción, porque es pequeña, y porque pronto se borra.

Chisme dijo...

No si la historia es muy bonita, pero le encuentro un detalle fundamental al que 'sacarle punta' y que sí sirve para algo más que para leerla, atento:
"El perfume surgía del corazón del propio lápiz"

Puntos a debatir:
- el corazón del lápiz es la mina, osea el carboncillo, ¿eso huele?

- si estás mordisqueando el lápiz el perfume rezumará de entre las babas, por lo que podría estar adulterado.

- o el lápiz era muy largo o la mina muy dura o escribía poco o su sacapuntas sacaba poco, porque mira tu que en el cole yo me fundía los lápices a base de sacarles punta... te picabas con la cuchilla y ale...
- si el hombre se dedicó

mafalda dijo...

A veces estamos tan obcecados en'irenposdelvellocinodeoro yademásencontrarloyademáscontarlo',que en ocasiones (para unos, que para algunos siempre) no nos damos cuenta de que lo tenemos justo al alcance de nuestra mano. Y puede ser que siempre haya estado ahí, pero estamos tan absurdamente cegados por ese falso y virtual brillo que no nos permitimos el darnos cuenta de que lo pequeño también es hermoso... Si me permites, las decepciones nunca son pequeñas...Reconfortante podría ser la persona que posee gran capacidad de ser persona, que haberlos, haylos...